El último sabor en mi boca es el de sus besos, en mi lengua permanece intacta su humedad, en mis labios sobrevive su ansiedad. Su ausencia dejó en mi piel símbolos de los inexistentes besos de mañana, menos lágrimas en cada ojo, desinterés en mi mirada, suspiros pausados, melancolía en mis venas y cansancio en mi alma. Cambió veladas nocturnas por noches en vela, la adicción a mis besos por cortos encuentros, mis caricias eternas por rayos de sol ¿y qué diablos hice? mediocremente ocultar mi dolor, silenciar mis gritos, determe para encontrar lógica en lo ilógico, respirar más para llorar menos, esconder su recuerdo bajo mi cama para no verlo... pero se adherió a mi almohada y resulta que desde aquella noche no dejo de soñar con él y de dormir por él.
miércoles, julio 12, 2006
Dejó...
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1 comentario:
Dejé el post anterior por ser muy largo y me vine a este mas corto q no tiene comentarios, y no entiendo por qué, porque la verdad....
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