He deseado
He deseado que la locura se apodere de mí para desahogar el río de mis efusivos instintos, perderme tal vez en el paraíso de los excesos y ver el cielo, sin enternderlo, sin razonarlo, sólo verlo.
He deseado que el amor que aún te tengo se desvanezca en la sequía que tienen tus rechazos de siempre y de nunca.
He deseado que la lluvia te arrastre lejos de mí, que te lleve a donde no he ido, a donde nunca te encuentre, donde no huela a ti, ahí donde estás más lejos que ahora, donde el tiempo irremediablemente no te lleve a mí, donde todo tenga un fin... eterno, donde no estás ahora que deberías estar.
He deseado que las noches no sepan a ti, que no te iluminen, que cuando te quiera más no me lo recuerden la oscuridad y la soledad, que no me descontrolen las ansias y la necesidad de ir hacia ti, a admirarte desde un rincón donde no lo notes, donde no me notes a mí.
Y sigo deseando que te enamores de mí, que me recuerdes a mí, que el alcohol te sepa a mí, que me extrañes a mí... y que nunca me encuentres a mí.